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Escuela Taller Nuevas Tecnologias La Matanza de Acentejo

¿Por qué un SAI?

 

La instalación de un sistema de alimentación ininterrumpida, SAI, es cada vez más necesaria, ya que la instalación eléctrica es cada vez de menor calidad. Otro aspecto a tener en cuenta es que la perdida de datos por irregularidades eléctricas es superior al provocado por los ataques de hackers o virus.

Selección del SAI. 

Para poder seleccionar el SAI más conveniente para una instalación, basta con seguir los pasos que se indican a continuación. 

1) Calcular la potencia, en watios, de los elementos que se quieren proteger. Es importante asumir que un SAI es un sistema para emergencias, no para seguir trabajando con él cuando se pierde el suministro de energía, por lo que hay que ser muy restrictivos a la hora de elegir qué elementos debe proteger. En mi opinión, basta con la 
fuente del PC, el módem ADSL o similar y el monitor, si es TFT. 

a) Potencia real del PC. Para calcularla es conveniente utilizar alguna de las páginas Web dedicadas a ello. Hay que tener en cuenta que estas páginas ya suelen realizar un cálculo “al alza”, por lo que es importante no inflar por nuestra parte el resultado. 

b) Resto de elementos. Si se siguen las recomendaciones, deberán añadirse unos 50 watios más (módem + monitor TFT). 

Sumando los dos valores anteriores, se obtienen los watios necesarios. Este valor debe incrementarse en al menos un 15 %, pues hay que tener en cuenta el deterioro de la autonomía con los años y que no es conveniente hacer trabajar al SAI por encima del 90 % de su máxima potencia. Con ello, obtendremos la potencia mínima que ha de soportar el SAI. 

2) Elección del SAI. 

Para elegir el SAI, se deben tener en cuenta los siguientes parámetros: 

a) Debe soportar la potencia calculada en el paso anterior. Es importante fijarse en los watios del SAI, no en los “VA”. La diferencia entre uno u otro dato será de un 30 a 50 % superior de los “VA” con respecto a la potencia en watios, según sea la eficiencia del SAI. 

b) Comprobar los datos de autonomía. Normalmente, los fabricantes suelen dar el dato a plena y a media carga. Si no se dispone de alguno de ellos, una buena regla es que la autonomía a media carga es entre un 60 y un 70% superior al doble de la autonomía a plena carga. En general, para los criterios expuestos, bastará con una autonomía a plena carga de 4 minutos. 

c) Comparar precios, marcas y otras características (tamaño, peso, aspecto exterior, etc.) Este aspecto es bastante subjetivo, por lo que queda a expensas del interfecto. Como guía, comentar que no tiene mucho sentido invertir en un SAI más de 350 ni menos de 200 euros. 


Recomendaciones de Instalación.

Nada más sacar el SAI de la caja, sea del formato que sea, tendremos que encontrarle un lugar adecuado para funcionar. Así, lo más indicado será el suelo, pues apenas tendremos que tocar el SAI y sus conexiones, aunque si tenemos sitio sobre la mesa, nunca está de más tener las luces de control y gestión a la vista, para poder detectar inmediatamente cualquier problema.
En todo caso, lo más importante es ubicarlo en un lugar con cierta ventilación. Y es que, aunque las baterías no ofrecen riesgo alguno al estar completamente selladas, dependiendo del modelo nos podemos encontrar con casos en los que la disipación de calor sea elevada. Por ello, no pongamos nada sobre o alrededor del SAI, o tapemos las ranuras de ventilación, impidiendo su normal refrigeración.

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